8 de octubre de 2010

Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír.
La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.
Amar y sufrir es, a la larga, la única forma de vivir con plenitud y dignidad.
La vida consiste no en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que uno tiene.
En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante.
La vida es un arco iris que incluye el negro.
La vida es un constante proceso, una continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer.
Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
Vivir en la Tierra es caro pero ello incluye un viaje gratis alrededor del sol cada año.
La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.
La vida es dulce o amarga; es corta o larga. ¿Qué importa? El que la goza la halla corta, y el que la sufre la halla larga.
La vida no merece que uno se preocupe tanto.
La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido.
Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa.
La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.
Cuanto más vivo, más maravillosa se vuelve la vida.

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Ponele que lo escribi a esa hora